Hola de nuevo,
Quisiera aprovechar este último mensaje antes de la vuelta a las clases, por allá en Septiembre, haciendo balance del curso que acaba de finalizar. Hemos de ser críticos y valorar lo hecho durante el curso que ya pasó para mejorar en el próximo. Lamentablemente, el comedor no llegó, como tantas promesas políticas que se hicieron el año pasado; esperemos que en el próximo sí esté operativo el servicio de comedor. El tema de las pinturas, se palió, en gran medida por la labor realizada por una madre que hizo todas las gestiones para que se llevara a cabo la pintada, aunque si a ésta no se le daba una capa de barniz o pintura antigraffitti de poco iba a servir, ya que poco tardará el "desalmado" CUBANO, o al menos así firma, y sus acólitos en seguir haciendo gala de su "arte".
Desde mi humilde opinión, creo que lo más lógico es pedir una subvención, o bien tirar de los fondos que tenemos en el AMPA para sembrar tuyas y éstas además de adornar, impidan a los graffiteros ver sus pintadas, porque no hay que olvidar que las pintadas son como medallas que ellos se ponen, cuanto más difícil sea la pintada. más mérito tiene. Pues matado el perro, acabada la rabia.
Lo de sembrar árboles, además de entrar dentro de un programa de cuidado del medioambiente, se podría implicar a los niños en una campaña de sensibilización de la Tierra, y de paso se podría crear una semana destinada a esta actividad.... bueno, esto es algo que ya se podría discutir o valorar en el consejo escolar. Sólo doy ideas.
Entre lo más positivo de este curso, me quedo con la semana del libro y sus talleres, me encantó, aunque echo en falta la presencia de algún autor. Se podría aprovechar y pedir a la editorial Anaya, que creo que es la más peso tiene en el centro, la colaboración con autores de sus cuentos o novelas. Además eché en falta alguna represntación de algún clásico, no necesariamente de una obra completa, con algún famoso pasaje hubiera servido, para que los niños se acerquén más al mundo de las artes y de la cultura. Sobre todo en estos tiempos que corren donde lo virtual parece que desprecia el papel y la cultura en sí.
Me gustó la idea que se tuvo con la actividad de la semana santa, yo siendo padre no creyente no lo vi mal, pero sí que eché en falta una actividad de este tipo en navidades. No me vale con que hay gente que no cree y que los villancicos es una actividad de marcado carácter religioso, no me lo creo porque entonces por qué se hizo en Semana Santa la otra actividad. No me pude creer que los niños no hubieran aprendido ni un solo villancico, ni siquiera en Inglés. No pido que se represente Cuento de Navidad de Charles Dickens, me parecería excesivo, pero que al menos unos cuantos villancicos sí, ya que la Navidad es una festividad que ha superado las reminiscencias clásicas.
Y por último, la fiesta de fin de curso, al parecer fue un acierto para los niños, pero yo como padre no pude acudir a disfrutar de ella, porque estaba trabajando. Por lo que sugeriría que se volviera al fin de curso clásico que se hace en las mayoría de los centros. Por la tarde, los padres de los alumnos de último curso colaborando en la barra del bar para reacudar fondos para el viaje final - algo que no termino de entender, cómo no se hace viaje de fin de curso-, y los niños realizando pequeñas actuaciones, siendo protagonistas delante de sus padres y de los demás niños. Creo que se debería recapacitar y volver a lo tradicional.
Y poco más, sin ánimo de ofender, sino de aportar ideas, que pueden ser válidas o no, pero al menos, ofrezco otro punto de vista.
Feliz Verano.
M.
